¿Por qué algunos hombres homosexuales tienen miedo al amor? Es algo que muchos de nosotros afirmamos que queremos. Nuestras fuentes de noticias están repletas de imágenes de parejas del mismo sexo tomadas de la mano, y los amigos siempre comentan: «Objetivos de relación». Soñamos con eso, pero cuando surge la oportunidad la rechazamos porque sentimos que es demasiado grande, demasiado buena o demasiado mágica para manejarla.
El amor nos hace sentir fuera de control.
Contenido
Es como estar en una montaña rusa y no saber qué esperar. Nos levanta, arrastra y balancea y todo lo que podemos hacer es rendirnos. Pero para muchos hombres queer, rendirse significa que no tenemos otra opción que perdernos a nosotros mismos. Y, eso podría ser demasiado costoso.
Relacionado: Cómo dejar Grindr para siempre
Amar es ser crudo. Te arriesgas: puedes lastimarte, puedes quedar devastado, puedes abrir tu corazón a alguien solo para que lo destrocen. Pero al final del día, amar a alguien te obliga a rendirte y dejar de pensar demasiado.
Pensar es un concepto aterrador.
Pensar hace que nos juzguemos a nosotros mismos ya los demás, y juzgamos todo excepto la fuerza emocional. Evaluamos apariencias, talentos, títulos y finanzas. Evaluamos la masculinidad y la personalidad, pero es difícil mirar a alguien, completamente vulnerable, honesto y dolorosamente genuino, y decir: «es sexy».
Porque el sexo lo es todo para nosotros. Si el mundo piensa que somos sexys, todo lo demás no parece importar. En un ambiente donde el amor es el resultado del sexo, moldeamos nuestro valor basándonos en el atractivo sexual más que en la fuerza emocional.
Relacionado: Por qué es importante salir de fiesta con tu hombre
¿Le tenemos miedo al amor porque sentimos que no somos lo suficientemente sexys? No. Le tememos porque para amar debemos autoevaluarnos nuestros verdaderos bienes, y la sociedad no nos permite ser introspectivos. Las redes sociales nos presionan para aparentar; Haz que el mundo crea que todo es perfecto. Como resultado, hemos hecho la transición de esa construcción a nuestro propio autoanálisis.
Nos mentimos a nosotros mismos tanto como mentimos en Facebook. Es difícil ser honesto acerca de cómo nos sentimos con nosotros mismos porque eso significa que todo el trabajo que hemos hecho en nuestra vida no significó nada: el yoga, la risa, la alegría, la terapia y las innumerables horas de mirarnos en el espejo y decir: «Me encanta». Uds.»